Para robar miles de dólares, los oficiales y soldados de Turquía explotan a los secuestrados en Afrin

Según la información revelada por el Centro de Documentación de Violaciones, los mercenarios del estado de ocupación turco, además de los soldados y oficiales turcos, han convertido a Afrin, ocupado desde 2018, en un escenario para el saqueo de dinero y propiedades, que recientemente se ha intensificado significativamente, con la ausencia de responsabilidad internacional por las masacres cometidas contra los civiles, la naturaleza y la cultura kurda allí.

Secuestro y tortura de civiles

Las fuentes de campo indican que los mercenarios de Turquía, el "Ejército Nacional", atacan a civiles que tienen propiedades y permanecieron en Afrin, secuestrándolos y torturándolos de manera brutal, donde están retenidos en prisiones con duras condiciones humanitarias.

Propósito del secuestro

El centro de derechos humanos hace hincapié en que "el objetivo principal de estos secuestros es evitar que las personas regresen a sus hogares y tierras, y garantizar la continuación del control absoluto de los mercenarios sobre el área, además, los secuestros se utilizan como un medio para extorsionar a las familias y exigir un gran rescate utilizado para financiar a estos mercenarios, y los testigos presenciales declararon que este rescate a veces puede alcanzar grandes sumas, lo que constituye una gran carga para las familias que buscan liberar a sus familias".

El centro señala que las violaciones no se detienen en los mercenarios de Turquía, pero "la evidencia indica la participación de la propia ocupación turca en estos actos ilegales. Los soldados y comandantes del ejército turco, debido al deterioro de las condiciones económicas en Turquía y al colapso del valor de la lira, han recurrido al uso de los secuestros como una forma de ganar dinero, a través de corredores locales, los sobornos se pagan en algunos casos hasta 11 000 dólares por secuestrador".

Operaciones encubiertas y complejas

En su informe, los juristas del centro confirman que estas operaciones se llevan a cabo en completo secreto bajo la supervisión de oficiales de alto rango en el ejército de ocupación turco, donde se utiliza una red de mercenarios para llevar a cabo secuestros y extorsión, además, los oficiales se benefician de sus mercenarios para cubrir sus actividades ilegales.

El contrabando de sirios a través de la frontera

El informe del Centro también confirma que la explotación de los oficiales del ejército de ocupación turco no se limita solo a los secuestros, sino que también se extiende al contrabando de sirios a través de la frontera de varias maneras, señalando que los sirios son objeto de contrabando a través de los propios coches de los oficiales o a través de los puntos de control fronterizo, en coordinación con la gendarmería turca, y que estas operaciones se llevan a cabo a través de una red compleja, donde los oficiales del ejército de ocupación turca reciben cantidades que van de 4 a 7 mil dólares para contrabandear a una persona.

El Centro señala que estas violaciones en curso ponen a la comunidad internacional frente a una gran responsabilidad de intervenir de inmediato para detener estos crímenes, garantizar la protección de los civiles en Afrin y hacer que todos los involucrados en estos actos inhumanos rindan cuentas, y las organizaciones de derechos humanos deben documentar estos crímenes y trabajar para entregar la voz de las víctimas a las plataformas internacionales, garantizar la justicia y poner fin al sufrimiento del pueblo sirio en esta región.

ANHA