El Organismo de Medio Ambiente advierte de los riesgos ambientales de los ataques turcos

Turquía continúa sus asaltos al noreste de Siria, dañando fuertemente los campos petroleros, los sitios de petróleo y las instalaciones de recolección y refinación, causando grandes daños ambientales.

En este contexto, el Organismo de Medio Ambiente del Cantón de Jazera emitió una declaración fuera de su sede en Hasaka, a la que asistieron miembros del organismo y del Departamento de Municipios de Hasaka.

En la declaración, Mohammad Ahmi, copresidente del Organismo de Medio Ambiente en el cantón de Jazera, enfatiza que el objetivo de la ocupación turca al atacar la región es destruir su infraestructura, desplazar a sus residentes, acabar con el medio ambiente democrático y eliminar los logros de su pueblo que se ganaron a través del sacrificio.

La declaración destaca la ocupación turca y la hostilidad de sus mercenarios hacia el medio ambiente en el norte y este de Siria. Citó la destrucción de la vegetación en Afrin, donde los árboles son talados y quemados, así como la excavación arbitraria de pozos en Serê Kaniyê y Girê Spî/Tal Abyad para agotar los recursos hídricos. Además, el bloqueo del agua del río por parte de la ocupación lo convierte en piscinas estancadas, creando áreas propensas a enfermedades.

Explica que los recientes ataques de la ocupación contra la región han aumentado el daño ambiental al obstaculizar los esfuerzos de desarrollo e intensificar la contaminación del aire. La declaración señaló que estos ataques y restos de armas destructivas afectan al suelo, el aire y el agua, afectando a todos los aspectos de la vida.

La declaración consideramos que esta agresión era una grave amenaza para la existencia, ya que erradica todos los elementos necesarios para la vida en la región, haciéndolo inhabitable para los humanos.

En conclusión, en la declaración piden a todas las potencias internacionales y regionales, organizaciones humanitarias y de derechos, y especialmente organizaciones, movimientos e instituciones ambientales, que monitoreen, documenten y clasifiquen estas prácticas de ocupación como crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y delitos ambientales. Instó a esfuerzos más serios para detener estas acciones y enfatizó la necesidad de encontrar soluciones a los problemas causados por los ataques

Anha