Analista político: Turquía e Israel participan en una competencia no violenta en Siria

El analista político Sarkis Abu Zaid ha descrito la dinámica actual entre Ankara y Tel Aviv como una "rivalidad competitiva en lugar de confrontativa". Anticipa divergencias continuas en las perspectivas entre las dos partes; sin embargo, cree que Estados Unidos posee la capacidad de regular y contener esta competencia

Analista político: Turquía e Israel participan en una competencia no violenta en Siria
17 April, 2025   08:49
GIVARA SHEIKHNOUR

La creciente influencia turca en Siria, particularmente después del colapso del régimen de Assad, ha aumentado las preocupaciones israelíes en medio de la intensificación de la rivalidad geopolítica sobre Siria entre Ankara y Tel Aviv. Si bien la mayoría de los analistas descartan la probabilidad de una confrontación militar directa, los hechos sobre el terreno sugieren que Siria se ha convertido una vez más en un escenario de luchas de poder regionales.

Abu Zaid caracteriza la dinámica turco-israelí en Siria como un "conflicto competitivo", subrayando la existencia de intereses compartidos, alianzas históricas e intercambios económicos entre las dos naciones. Como tal, descarta la noción de una contradicción fundamental o violenta en su relación, señalando en cambio la intersección de intereses estratégicos.

En Siria, el rápido cambio de régimen ha abierto espacio para la competencia, argumenta Abu Zaid, ya que ambos actores buscan expandir su influencia sobre el panorama en evolución. Señala que sus agendas divergentes, como sus respectivas posiciones sobre la autonomía kurda y las relaciones con los Estados Unidos, pueden ocasionalmente ponerlos en desacuerdo.

A pesar de esto, reitera que Washington tiene la capacidad de manejar y mitigar la tensión. Añade que sus intereses superpuestos podrían servir para reducir la probabilidad de conflicto directo. Por ejemplo, la principal preocupación de Turquía es evitar el establecimiento de cualquier gobierno autónomo kurdo en Siria, temiendo que tal desarrollo pueda envalentonar a aspiraciones similares dentro de sus propias fronteras. Por el contrario, Israel no percibe la autonomía kurda con el mismo grado de sensibilidad estratégica.

Abu Zaid confirma que, si bien la competencia persiste, no solo entre Turquía e Israel, sino también con otros actores regionales, no se ha intensificado en un conflicto violento o una confrontación seria. Explica que cada lado está buscando activamente cultivar redes de alianzas dentro de Siria para expandir sus respectivas esferas de influencia. Al mismo tiempo, otros actores, en particular Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, también están persiguiendo papeles en la estructura de poder en evolución de Siria, a veces encontrándose en desacuerdo con Turquía.

Estados Unidos, señala, aún no ha aclarado completamente sus objetivos a largo plazo en Siria. "A veces, refuerza su presencia militar; otras veces, parece retirarse, lo que sugire cálculos estratégicos conflictivos", dice. En todos los escenarios, Siria sigue siendo inestable y al rode del caos, sin un solo actor capaz de asegurar una resolución definitiva. La competencia continúa, y este flujo continuo puede dar forma a la naturaleza de las relaciones regionales e influir en los desarrollos futuros.

Abu Zaid concluye que la situación sigue siendo fluida y sin resolver. Todavía no ha surgido ningún poder externo con la capacidad de establecer un nuevo orden político en Siria que garantice la unidad y la estabilidad. Como tal, la naturaleza no resuelta de la arena siria puede seguir alimentando la competencia no solo entre Turquía e Israel, sino también entre otras partes interesadas regionales.

ANHA