Los activistas de Deir ez-Zor piden una constitución siria inclusiva

Los activistas de la sociedad política y civil en Deir ez-Zor han pedido la redacción de una nueva constitución siria que consagre el pluralismo político y la participación inclusiva, rechazando la declaración constitucional emitida por las autoridades de Damasco, que argumentan que perpetúa la exclusión e ignora la diversidad étnica y religiosa de Siria

Los activistas de Deir ez-Zor piden una constitución siria inclusiva
11 May, 2025   10:46
DEIR EZ-ZOR

En entrevistas con la Agencia ANHA, varios actores políticos y civiles en Deir ez-Zor enfatizan la necesidad de una constitución siria que garantice una representación integral de todos los grupos, contribuyendo a la construcción de una Siria libre y democrática, una que vaya más allá de las divisiones y conflictos que han plagado al país durante décadas y alimentado las luchas en curso.

Khalil Al-Saleh, miembro del Comité de Servicios del Consejo Ejecutivo de Eastern Deir ez-Zor, declara:

"Es esencial que la constitución garantice la participación significativa de todos los componentes sociales en los procesos de toma de decisiones, tanto a nivel local como nacional. Esto debe ir junto con el arraigamiento de la transparencia y la rendición de cuentas, junto con mecanismos reales que empoderen a las mujeres y a los jóvenes para participar en la vida política y social".

Hace hincapié en que, a la luz de las crisis más profundas que Siria ha soportado durante más de una década, existe una necesidad urgente de redactar una nueva constitución que refleje genuinamente las aspiraciones de todos los sirios. Describe la actual declaración constitucional, con su marco centralizado y excluyente, como inadecuada para servir como base para un estado justo y estable. "Es imposible construir un estado nacional cohesivo sin una constitución que reconozca la diversidad y proporcione un marco legal que proteja a todos los ciudadanos por igual", dice.

Los expertos legales señalan que la declaración constitucional emitida por las autoridades de Damasco refleja la constitución de 2012 promulgada bajo el régimen anterior. Ambos otorgan amplios poderes al Presidente, incluido su papel como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, y le confieren autoridad legislativa y ejecutiva.

Otras críticas a la declaración incluyen su designación de la jurisprudencia islámica como fuente primaria de legislación, la especificación del árabe como idioma oficial, el requisito de que el presidente sea musulmán y la retención del nombre del estado como la "República Árabe Siria". Estas disposiciones se consideran abiertamente excluyentes hacia las otras comunidades, las élites políticas y la experiencia profesional de Siria, y como una negación flagrante de la diversidad étnica y religiosa centenaria del país.

Siham Al-Ahmad, copresidente de la Oficina del Partido del Futuro de Siria en el este de Deir ez-Zor, afirma que la inclusión de todos los componentes sirios, sin excepción ni marginación, es un requisito previo fundamental para lograr una estabilidad duradera. Señala que las experiencias históricas han demostrado que cualquier proyecto político basado en diálogos unilaterales o a puerta cerrada está condenado al fracaso.

Al-Ahmad enfatiza además que la próxima fase debe convertirse en un espacio genuino para el diálogo nacional que incluya a todas las fuerzas políticas y sociales activas sobre el terreno (mujeres, jóvenes y representantes de varias comunidades) para garantizar que la nueva constitución refleje una voluntad colectiva, en lugar de la agenda de un grupo estrecho.

Agrega que la nueva constitución siria debe basarse en principios fundamentales que garanticen el establecimiento de una Siria democrática y justa, garantizando la protección de los derechos humanos y las libertades públicas sin discriminación, y reconociendo oficialmente el pluralismo cultural, étnico y religioso del país.

Asaad Al-Dakheel, copresidenta del Consejo de la Aldea de Al-Marashda, declara que a la luz de los graves desafíos a los que se enfrenta Siria durante más de una década, existe una necesidad urgente de reconsiderar los fundamentos legales que rigen el país. Argumenta que redactar una nueva constitución que realmente represente las aspiraciones de todos los sirios y construya una relación sólida entre el estado y sus ciudadanos es esencial para lograr la estabilidad política y social.

Afirma que es poco probable que Siria pueda alcanzar tal estabilidad sin una constitución que redefina la relación entre el estado y su pueblo sobre la base de la plena ciudadanía y la justicia distributiva. También enfatiza que la nueva constitución debe rechazar explícitamente todas las formas de discriminación o dominio y debe adoptar un sistema descentralizado que mejore los poderes de las regiones locales de acuerdo con sus características culturales y sociales únicas.

ANHA