Un niño yazidí habla de su viaje de Idlib a Shengal
Un niño de Shengal, secuestrado cuando era joven, recuerda poco de lo que les pasó a él y a su familia a manos de los mercenarios del ISIS. Habló de su liberación, de su huida de Idlib y de su regreso a Hasaka.
Los residentes de Shengal todavía sienten los efectos del genocidio ocurrido el 3 de agosto de 2014, después de que las fuerzas Peshmerga del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y el ejército iraquí huyeran, dejando a los yazidíes sin protección.
Nueve años después del genocidio, en el que murieron miles de personas, la gente todavía encuentra fosas comunes en los pueblos de Shengal.
La Casa Yazidí de la Región de Cizîrê anunció en un comunicado el domingo 26 de noviembre que Rojin Hadid Talal, nacido en el pueblo de Hardan en Shengal en 2007, llegó a ellos desde la ciudad de Hasaka. Los mercenarios del ISIS lo llevaron constantemente a diferentes ciudades de Siria hasta terminar en Idlib.
Según información documentada por organizaciones yazidíes, los mercenarios del ISIS secuestraron a 6.417 yazidíes, entre ellos 3.548 mujeres y 2.869 hombres.
Desde entonces, 3.739 yazidíes han sido encontrados y liberados, entre ellos 1.203 mujeres y cientos de niños. Pero se desconoce la suerte del resto de los secuestrados.
Rojin era todavía un niño pequeño cuando fue secuestrado por mercenarios del ISIS. Tras la separación de su familia, comenzó su viaje, lleno de horror y dolor. Miembros de su familia fueron secuestrados en Siria y luego vendidos como esclavos.
Debido a los horrores que enfrentó Rojin, todavía vive con miedo. Los años pasados en cautiverio por los mercenarios del ISIS fueron extremadamente difíciles para Rojin. Dijo a los periodistas de ANHA que recuerda poco sobre su secuestro y el dolor que sintió.
Rojin recuerda su viaje de dolor y sufrimiento, comenzando en el pueblo de Hardan en Shengal. Visitó muchas regiones diferentes de Siria, incluida la ciudad de Baghouz, el último bastión de los militantes del ISIS. Dijo que lo compró allí otro mercenario llamado Ahmed, que resultó herido en una pierna.
Después de que las Fuerzas Democráticas Sirias liberaron la ciudad de Baghouz, Rojin fue llevado al campo de Al-Hol junto con familias de ISIS. Luego, los contrabandistas lo llevaron a la ciudad de Idlib, que está bajo el control de la ocupación turca y de los mercenarios.
Rojin, que ahora tiene 17 años y aún no se ha olvidado de su familia, confirma que no pudo contactar con ella mientras estuvo con los mercenarios de ISIS.
Dice que como era joven en ese momento, no recuerda todos estos detalles de su secuestro. Lo obligaron a convertirse al Islam y cambiar su nombre a Abdullah.
Rojin logró contactar a través de las redes sociales con su hermano, que ya había sido rescatado de los mercenarios del ISIS, y luego contactó con la Casa Yazidí. Rojin pudo llegar a la región del norte y este de Siria, que está bajo el control de la Administración Autónoma. Se alegró mucho cuando lo acogieron en la Casa Yazidí: “Mi alegría por regresar a mi ciudad natal de Shengal es indescriptible”.
ANHA