Desastre inminente en Hasakah debido al continuo corte de agua por parte de la ocupación turca y los mercenarios
A fin de evitar una catástrofe humanitaria el Consejo Cantonal de Al-Hasakah emitió una declaración escrita dirigida a la opinión pública e hizo un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que intervengan rápidamente y presionen al Estado turco para que bombee agua y ponga fin al sufrimiento de la población de Al-Hasakah
La estación de agua de Alouk tiene una importancia estratégica para la ciudad de Hasakah, el distrito de Tel Tamer y las zonas del sur de Hasakah como Al-Hol, Al-Aresha, Al-Shaddadi y Markada, además de los campamentos de la región como el de Al-Aresha, Al-Hol, Washokani y Serêkaniyê (Ras al-Ain), donde el número de residentes que dependen del agua potable de la estación de Alouk, que está bajo el control de la ocupación turca y sus mercenarios, supera el millón de personas.
El Consejo de Distrito de Al-Hasakah ha emitido hoy una declaración escrita a la opinión pública, en la que pide a las organizaciones de derechos humanos que intervengan para volver a bombear el agua de la estación de Alouk a la ciudad y sus alrededores, con el fin de evitar una catástrofe humanitaria.
La declaración dice:
“El Estado turco, a través de sus mercenarios, ha reanudado el corte de agua de la estación de Alouk a la ciudad de Hasaka y sus alrededores desde la zona de Tel Tamer, política que lleva a cabo desde la ocupación de la ciudad de Ras al-Ain.
Cortar el agua de la estación de Alouk a la ciudad de Hasaka y sus alrededores es un crimen contra la humanidad, ya que este corte se produce con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, cuando necesitamos desesperadamente el agua y la falta de agua aumenta los riesgos de casos de intoxicación infantil en toda la región y en los campamentos de desplazados en particular.
Esta acción es un estigma en la frente de las instituciones y organizaciones internacionales que dicen proteger los derechos humanos y, en cambio, hacen la vista gorda.
Su silencio les hace también cómplices de las tragedias que sufren los civiles inocentes.
Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos para que intervengan de inmediato y hagan todo lo posible para presionar al Estado turco para que vuelva a bombear el agua y ponga fin al sufrimiento de la población de Al-Hasakah, con el fin de evitar una verdadera catástrofe humanitaria que amenaza con la sed a más de un millón y medio de personas”.
ANHA
